El reciente ataque aéreo de Israel sobre instalaciones nucleares iraníes marcó un nuevo punto de inflexión en la creciente tensión geopolítica en Medio Oriente. El operativo, denominado “La fuerza de un león”, tuvo como blanco sitios clave del programa nuclear de Irán y dejó como saldo la muerte de varios altos mandos del régimen persa. La respuesta no se hizo esperar: misiles iraníes impactaron en suelo israelí, traspasando la famosa Cúpula de Hierro y causando una decena de víctimas fatales.
Este dramático escenario ha vuelto a encender no solo las alarmas diplomáticas y militares en todo el mundo, sino también la atención espiritual y escatológica, especialmente entre comunidades religiosas. Muchos creyentes, líderes cristianos y estudiosos de la Biblia están volviendo la mirada hacia las Escrituras, buscando paralelismos entre los actuales conflictos y las profecías bíblicas que describen el “fin de los tiempos”.
En este contexto, los capítulos 38 y 39 del libro de Ezequiel han sido citados con frecuencia. El texto describe una gran batalla liderada por “Gog y Magog”, una coalición de naciones que ataca a Israel. Entre los nombres mencionados figura Persia, el antiguo nombre de Irán, lo que alimenta la interpretación de que los eventos actuales podrían tener un eco profético.
Asimismo, Zacarías 12 advierte que Jerusalén será una copa de embriaguez para sus vecinos y que todas las naciones que se levanten contra ella serán heridas. El Salmo 83, por su parte, habla de un complot de naciones para borrar a Israel del mapa, lo que algunos relacionan con la retórica de grupos extremistas actuales.
Pero sin duda uno de los pasajes más citados es Apocalipsis 9:13-18, que describe una visión de guerra catastrófica tras el desate de cuatro ángeles sobre el río Éufrates. En ella se menciona la muerte de una tercera parte de la humanidad mediante fuego, humo y azufre, evocando imágenes que algunos interpretan como armas modernas de destrucción masiva.
La zona geográfica del Éufrates, que atraviesa Irak, Siria y Turquía, se encuentra peligrosamente cerca del epicentro actual del conflicto. Esto ha llevado a muchos a preguntarse si el mundo está ante el umbral de una guerra de proporciones globales.
En paralelo, el líder supremo iraní, Ali Jamenei, prometió represalias y ya ha lanzado más de 100 drones contra Israel. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump aseguró haber dado múltiples oportunidades a Irán para alcanzar un acuerdo, pero advirtió que la situación “solo empeorará”.
En tanto, creyentes de distintas partes del mundo ven en los actuales eventos señales de cumplimiento de las palabras de Jesús en Mateo 24: “Oiréis de guerras y rumores de guerras… se levantará nación contra nación”. Sin embargo, también recuerdan su advertencia de que “nadie sabe el día ni la hora”, dejando abierta la reflexión sobre si se trata del final o simplemente de un nuevo capítulo en la compleja historia de Medio Oriente.
En medio del temor, la incertidumbre y el fuego cruzado, millones elevan oraciones por la paz, mientras otros se sumergen en las profecías, intentando comprender el presente a la luz de textos escritos hace milenios.
