En junio de 2025, el Ministerio de Salud Pública de Uruguay publicó el informe “Interrupción voluntaria del embarazo, Año 2024”, revelando que se registraron 11.232 abortos legales durante el año pasado, lo que representa un promedio de 31 abortos diarios y un aumento de 334 con respecto a 2023.
Las cifras posicionan al aborto como la mayor causa de muerte violenta en Uruguay, superando los homicidios (377 en 2024) y los suicidios (763 en 2023). Para ponerlo en perspectiva, mientras que en 2024 fallecieron 7.998 personas por enfermedades cardiovasculares y 8.200 por cáncer, el número de abortos provocados fue de 11.232.
Del total de abortos en 2024, sólo 6 fueron motivados por violación, y apenas 4 por anomalías fetales incompatibles con la vida. No se registraron abortos legales realizados por riesgo para la salud de la madre, contraviniendo los criterios que se esperaban respetar según la ley. La gran mayoría, 11.222 casos, fueron realizados por voluntad de la mujer.
Pese a este crecimiento, el gobierno plantea reformas para ampliar los plazos y reducir requisitos para abortar, incluyendo eliminar el plazo de reflexión, lo que preocupa a sectores que defienden la protección de la vida y la maternidad.
Además, el informe señala que solo 521 mujeres que consultaron el sistema de salud decidieron continuar con su embarazo, evidenciando una alta tasa de interrupción voluntaria.
Las autoridades reconocen que, aunque el aborto es presentado como un procedimiento seguro, la experiencia clínica muestra que muchas mujeres sufren secuelas psicológicas duraderas, conocidas como síndrome postaborto.
En cuanto a la demografía, Uruguay enfrenta un declive poblacional con solo 29.899 nacimientos en 2024, cifra que contrasta con el elevado número de abortos y que impacta en la tasa de reemplazo generacional. Esto también se refleja en la disminución de niños en edad escolar y el aumento de docentes en exceso.
Este panorama plantea un desafío para las políticas públicas, en medio de un debate intenso sobre los derechos reproductivos, la protección de la vida y la salud de las mujeres.