La Asociación de Pastores de Tegucigalpa y Comayagüela (APT) exigió al Ministerio Público de Honduras una respuesta urgente ante el asesinato de más de 35 pastores evangélicos, crímenes que —según denunciaron— siguen impunes desde 2013.
En un comunicado público, la organización recordó los casos más recientes, entre ellos el del pastor Elías Guardado Mejía, de 29 años, hallado sin vida tras ser reportado como desaparecido en Lempira. También mencionaron los homicidios de Yonis Zepeda (Choluteca), Jeremías Euceda y su hijo (Colón), y Selvín Sabillón (Santa Bárbara).
“No se trata solo de una estadística, sino de líderes que promovían la paz en comunidades vulnerables”, afirmaron. Ante la apatía institucional, los pastores reclamaron una acción decidida de las autoridades para detener estos crímenes, proteger a los líderes religiosos y esclarecer las causas de fondo.
Además, la APT solicitó un desarme general de la población, señalando que el fácil acceso a armas de fuego, incluso por medios legales, es un factor central en la alta tasa de homicidios del país. “El trabajo pastoral transforma vidas, y su pérdida es una herida para toda la nación”, agregaron.
Honduras registra un promedio de cinco homicidios diarios, con más de 100 muertes violentas de mujeres y al menos 18 asesinatos múltiples reportados en lo que va de 2025. Frente a este panorama, las iglesias evangélicas piden no solo justicia, sino un compromiso estatal real con la seguridad y la vida.
